jueves, 21 de abril de 2016

PREFIERO SERVIR DE ALIMENTO A UNA MATA DE CACAO EN BARLOVENTO.

¿HABRA  QUE  BUSCAR  A MONSEÑOR PORRAS PARA  QUE NOS  APLIQUE LOS  SANTOS  OLEOS?

Juan  Veroes

Ante  la  grave  crisis   que  actualmente  estamos   viviendo,   me  imagino   a  algunos  Chavistas  pensando  como  Chávez,  cuando estuvo  a  punto  de  morir  en la  Orchila  y  pidió  que  le  trajeran al cura capellán  del  ejército  para confesarse.   Sus  verdugos  le  enviaron  al  cardenal  Velazco, para  aconsejarle   que  firmara  la  renuncia   y  así poder   llegar  al  cielo  después  de  recibir  los  Santos  Oleos. Eso  lo  digo  por  lo  que  yo  siento,  cuando  algunos  jóvenes  cercanos  a  nuestra  vida  nos  expresan  sus  amarguras  y  nos  increpan:

“Ustedes acabaron con el país, lo dejaron arruinado. Nos mataron la esperanza a los jóvenes de tener una casa o comprar un carro. Nos  dejaron grandes colas para comprar un rollo de papel toalet o un jabón para bañarse. Ustedes son lo peor que le ha pasado al país en los últimos 200 años”.  Sin exageración  expreso la síntesis de lo que he oído y la   sensación de  que todos mis  esfuerzos  fueron  en vano  me   envuelve  el  espíritu  y  me  acongoja.

Más aún, recibí  un mensaje  en  mi  correo de  un joven  de  apellido  Hernández,  molesto  por  el  contenido  de  mi  último  artículo  publicado  en  Aporrea, que  dice  lo  siguiente:
 “me alegro de que tu hija te odie, maldito!!! Ojala que tu tumba quede olvidada para siempre y nadie te lleve flores al panteón, gente como nos arruino la vida a nosotros los jóvenes, dime en que cementerio te van a enterrar para ir a escupirte!! eso al menos me hará feliz!!!”  (Por él me  entero que  una  hija  me  odia)

El  sólo  hecho  de  pensar que   a  mi  tumba podrían llegar   turbas   fascistas  Neo nazis,  llenas   de odio   a orinarla, escupirla   y hacer sus  necesidades  sobre  ella  y  maldecir  mi  nombre  por  haber  sido  Chavista,  me  hace  tomar   una  decisión, la  cual  hasta  ahora  me  había  negado:  Quiero  ser  cremado.   Que  mis  restos sean   incinerados  y  de  lo  que  de él  quede,   sirva  para  abonar  a una mata  de  Cacao en  Barlovento,  lugar de  donde  son  mis  ancestros.   Sirva este  artículo  como documento  válido para  que se ejecute mi  voluntad

Confieso  que  me  alarmé.  Yo   soñaba  que  después  de  muerto alguien  se   recordaría  de  mi  con  afecto y  que  toda mi  vida de  luchador   social  seria  recompensada  dándole  mi  nombre  a  una  esquina, o  que  alguien  escribiera  una  canción para  perpetuar  mi  nombre  como  lo  han  hecho  con  Amador aquí en la  ciudad  de  Mérida, donde  ya  tengo  31 años viviendo.  O que si  me  sembraran  en  el  cementerio  del  Espejo,  tener al  menos  el  10%  de  las  visitas,  que  cada  día  reciben  las  tumbas  de  Jacinto Plaza y Machera  en ese  lugar.  

No haber acumulado bienes y llegar a los 75 años de edad, parece ser un pecado imperdonable,  en una sociedad dedicada al consumismo y  donde el “Tener” es más  importante  que  el “Ser”, si  a  eso  se le   agrega el  hecho  de  ser Negro, viviendo  en  una  ciudad  racista, eso  me  hace  sentir  que   no  vale  la  pena   el  desear  quedar  en  el  recuerdo   de  nadie.     Si un padre, deja una fortuna a sus hijo y éstos  descubren que esos bienes son producto del  latrocinio, la lógica moral es que esos  hijo, que se suponen más puros y noble que su padre, se dedicarían a destruir todo lo que tiene que ver con esa  herencia paterna: Inicialmente hasta  tratando de modificar  el  ADN, regalando la fortuna heredada y borrando todos los recuerdos que de él tengan.. ¿Conocemos de algún caso?. Lo que comúnmente sucede es lo contrario. Los  hijos redescubren a su padre y le reconocen cualidades inexistentes en proporción a la fortuna heredada: ¡Tan bueno que era el viejo!..

Para  mi  paz interior  pienso  que  mi  vida  no  ha  sido  en  vano y  que en  mis  más  de  50  años  dedicado  a  la  cuestión  social, luchando  por  el  bienestar  de mi   gente  en  situación  de  pobreza material  y  espiritual, no fue  tiempo   perdido.    Siento que  las metas  de mi  vida han sido logradas.  Nuestro  país ahora  es mucho mejor  que  el  que  heredé  de  mis  padres:  Nuestro enemigo histórico que  nos  menospreciaba, ahora  nos  considera  un “peligro  inusual  a  su  seguridad”,  todo  el  continente  está   presto  a defendernos  si  somos  atacados.  Ahora  tenemos   un  destino como  pueblo,  gracias  a nuestro Comandante  Eterno, que nos inspiró para lo grande.  Hoy en la segunda centuria del siglo XXI  y  después   de  haber  vivido  en  dos  milenios y en tres  siglos pienso  que  el  sólo  hecho  de  haber  sobrevivido y  actuado  en  los  acontecimientos  históricos  que  me  tocaron,  es  más  que  suficiente. 
   
Así,  señores amargados, como  los  denomina  Diosdado,  no  van  a tener  el  privilegio de  mearse sobre  mi  tumba  y  tampoco  jamás  volverán  a  tener  el  poder  político  del  país,   pues  son  unos  escuálidos, como los  bautizó  nuestro   Chávez.  

1 comentario:

  1. PUES ENTONCES VAMOS A ESE HUECO HEDIONDO LLENO DE NEGROS MOJINOS Y NOS MEAMOS Y CAGAMOS LAS MATAS, ZAMBO ACOMPLEJADO DEL COÑO.

    NO POR NADA DICEN QUE EL ÚNICO ZAMBO BUENO ES EL ZAMBO CON UN PLOMO EN LA CABEZA.

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