domingo, 12 de junio de 2016

¿ES PERTINENTE EL CONCEPTO AFRODESCENDIENTE PARA DENOMINAR A LA POBLACIÓN NEGRA VENEZOLANA?

EL CONCEPTO  AFRODESCENDIENTE  NO  TIENE  CONSISTENCIA EPISTEMOLOGICA
Juan Veroes
Leamos  que  nos  dice  uno  de  sus  defensores: César Quintero  Quijada:
 “La República Bolivariana de Venezuela ya dio el primer paso al darle reconocimiento a los pueblos indígenas, ahora lo hará con los afrodescendientes en el sentido de darle el reconocimiento a quienes han aportado sustantivamente, contribuyendo a lo que hoy es nuestra afrovenezolanidad, sin divorciarnos de los otros componentes que conforman nuestra identidad nacional.”

No se  puede  hacer  una  comparación entre los Pueblos  Indígenas  Originarios  y los  Negros descendientes  de  esclavos  traídos  como  mercancías a las  haciendas y  minas  que  aquí  tenían los  españoles. A los  primeros  se les  expropió algo que  ellos tenían; a los segundos nunca se les  reconoció que  tuvieran nada.  Así que para reconocerle algo  a  alguien, tiene primero  que  reconocérsele  que  ese  alguien tenía  algo  que   se  le  quitó.  
Los Negros  y  Negras no pueden  haber  aportado  nada  a  una  “afrovenezolanidad” inexistente como tal, pues  ellos  tuvieron  que  adaptarse  y  adoptar  a  una  “hispanidad” e “aborigenidad” que  si  existían. No hacerlo era perecer.  El  hecho de  que se  les haya permitido   conservar algunas  manifestaciones  culturales, heredadas genéticamente, es  porque  esas costumbres  eran mal  vistas  y rechazadas por los  otros  grupos humanos que necesitaban  potenciar sus respectivas identidades  o  porque  permitir  su  existencia los  hacia  más productivos en función  de  los  intereses del  esclavizador.
“Los afrodescendientes, afroamericanos, afrovenezolanos, afrocaraqueños (en mi caso nací en la calle África, de La Cañada hoy parroquia 23 de enero) o como se le quiera denominar, en principio no es una invención de moda sino más bien el rescate de algunos esfuerzos aislados de hombres como el mexicano Gonzalo Aguirre Beltrán, el venezolano Juan Pablo Sojo de Curiepe, el también barloventeño Jesús "Chucho" García y otros, cada uno en su contexto”.
Colocar el “afro” para  distinguir a los  Negros  y  Negras, nos  obligaría a  color el “euro” a los Blancos, el “indo”  a los Indios, el “asiático” a la población originaria  China y  demás  pueblos   que  habitan  en  nuestro  país  y  han  echado  raíces  en  nuestro  suelo.  Abrogarse el término “Afro” para  un solo  sector  de  nuestra  población,  cuando  todos tenemos  un  origen  común  africano,  es  discriminatorio.
“Valga la pena decir que independientemente como llamemos a quienes tenemos la piel oscura y algunos rasgos muy particulares, el concepto de país no se pierde cuando añadimos el prefijo <> pues sabemos se encuentra disperso en todo el planeta más aún cuando pensamos el asunto en términos del origen de la especie humana”.

Si es necesario  distinguir  a  la gente por  el   color  de  su piel, entonces  el  Negro  es Negro; el Blanco  es  Blanco y  el  Amarillo  es  Amarillo.  Si  eso  no  es  necesario,  entonces  no  se  debe  denominar a unos  y  a  otros nó.
“No ha sido fácil convencer algunas personas concernidas en la discusión del término afrodescendiente o expresión equivalente donde antepongamos lo afro, como en la afroepistemología, sin embargo viendo el asunto del otro lado de nuestras fronteras marítimas al sur del océano Atlántico, en las nuevas relaciones diplomáticas iniciadas con este continente africano, es sorprendente e incomprensible que muchos africanos no sepan que han dejado una enorme herencia cultural que hemos incorporado con orgullo, lo cual hace a los afrovenezolanos tomar interés en lo que también se ha venido ocultando durante siglos y hoy se transforma lamentablemente en un estigma que se nos presenta asociado a la pobreza que efectivamente ha dejado el colonialismo, en lo salvaje y lo exótico, para ver como los presentan ante la opinión pública mundial.”
Sepa  el  amigo César Quijada, que  no  va  ser  fácil  convencernos de  que  nos dejemos  encajar  el  término  “afrodescendiente”, aun cuando  nosotros  los  actuales  Negros  y  Negras  venezolanos hayamos  descubierto, gracias  al  trabajo  diplomático  impulsado  por  el  Comandante Eterno, que los Negros  de  acá  tengamos  algunas  costumbres parecidas  o  similares a los  de  allá.  Así  que  no  se  sorprenda que  ellos “no sepan que  han  dejado una  enorme  herencia  cultural”,  pues nosotros, los  que sus  antepasados secuestraron y  entregaron como  mercancía a  los  barcos  negreros europeos, no  queremos  recordar ni recrear  ese pasado ignominioso.   


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