RAZONES POR LAS CUALES LOS NEGROS Y NEGRAS VENEZOLANAS SOMOS UN MILAGRO.
¿POR QUÉ LOS MANTUANOS EN VENEZUELA, no
llaman a Bolívar el Eurodescendiente y si a los negros con el apelativo de
Afro descendientes?
Prensa Alternativa y Comunitaria EL NEGRERO
de San Agustín del Sur
“Querido primo:
acaba de morir el Libertador, y en su testamento ha ordenado que me den 8000
pesos. Quiero que vengas urgente porque hay objetos que quiero llevarme a
Caracas. Desde su muerte han venido a rebuscar sus baúles en la Hacienda de San
Pedro Alejandrino.
Un abrazo. Tu primo José Palacios”.
Fuente:
Antonio Capel Riera :
EL
MISTERIOSO PEQUEÑO BAÚL DEL LIBERTADOR.
En
el ambiente de la creación y producción intelectual, es necesario escribir sobre la historia negra
americana, sobre los que nos preocupa, nos emociona, nos alegra y nos produce…,
angustia.
Permitirnos
compartir ideas y romper con la tiranía del silencio, no es una tarea fácil, en
un espacio geográfico controlado por quienes adquirieron a nuestra herencia
negra a través de un proceso de intercambio (producto del proceso que implicó
el desarraigo africano) y que hoy, lo vemos sumidos, dentro de los que ha sido
el desarrollo de las nuevas naciones,
producto de lo que fue la conquista y colonización de América, en esa actitud
de expansión que tuvieron los europeos por controlar la humanidad, porque es necesario para considerar los horizontes
de presentes y futuros, la transformación de las realidades y la consecución de
lo justo para todos, en vista que está en boga una nueva forma de controlar los
recurso naturales de los países en desarrollo y por ello EE.UU, ha desplegado
bases en todos los continentes del mundo.
En
este contexto, la vida y la muerte, parecen cosas opuestas, pero es posible
morir en vida sin darse cuenta, cuando entregamos nuestros sueños y esperanzas,
a la casualidad, al dejar hacer, porque tenemos miedo de enfrentar nuestra
propias conjeturas, productos, posturas, ideas, etc. Por ello, necesitamos, recuperar nuestro rumbo, sueños,
conexiones con el más profundo que representa el devenir histórico, para poder
creer en nosotros mismos, tener fe en esa piel negra, color cacao que poseemos,
porque necesitamos recuperar la memoria de los innombrables, de los que
oscurecieron, a los que les impusieron el término negros/negras para
descalificarlos y quitarle su raciocinio, para que no sintieran que eran
originarios de África, lo que significamos, lo que fuimos, el ser, los sueños, anhelos, para que se crearan una
muralla que no les permitiera ir rompiendo las implicaciones que representan al
miedo y de esta manera, no asumir los costos históricos que este representa
para estar sumiso ante una historia que no nos representa y que nos cobra la
dote cada vez que se menciona el tema.
Por lo
tanto, tanto hombres como mujeres, hemos
sufrido la tiranía del silencio, la imposibilidad de encontrarnos con nosotros
mismo, por ello, son muy pocos los espacios en lo que son posibles estos encuentros,
sin contar con el incontrolable miedo a la soledad, al solitario encuentro de
los propios latidos y sensaciones. Sin embargo,
esta tiranía del silencio, ha sido más visible en quienes hoy se
esconden bajo la personalidad de quienes los intercambiaron, en el que no se quiere
comprender…, que asumir la postura del que nos intercambió y nos convirtió en negro
o en una propiedad de un europeo, es asumir un error imperdonable que la
historia algún día nos va a cobrar y por ello hemos insistido en que los
organismos Internacionales en donde se discute la discriminación, xenofobia,
racimos y otras formas de intolerancia, reconozcan que de África salieron
negros y negras, intercambiados por los propios africanos y que la culturas
africana cayeron en un delito de lesa humanidad que dio origen al Capitalismo
en el mundo.
Por
ello asumimos que no somos afros y menos descendientes de africanos, porque
nacimos en tierra americana, caribeña y ya no hay nada que nos una África, sino
una historia que es no favorable para nosotros y que se perdió, en la medida
que los intercambiados (o desarraigados) internalizaron su nueva geografía
espacial (término utilizado por el Soc. Pedro Liendo de Venezuela) y que los
desarraigados como negros/negras se expandieron e n los nuevas tierras
conquistadas y colonizadas por los europeos. Por lo siguiente, no podemos
seguir aceptando que nos llamen afro
descendientes, después que los africanos nos impusieron el
término negro para intercambiarnos por cualquiera bagatela y que nos impusieron
el término negro para diferenciarnos de los africanos y poder cambiarnos a los
barcos negreros europeos.
Por lo tanto, ¿Hasta cuándo aceptar a la que
intercambia sus hijos, secuestra niñas, mata por ser cristianos y sigue
vendiendo que es la pobre y vilipendiada
África?, mientras los africanos los vemos haciendo grandes negocios con la
Unión Europea y no hemos dado cuenta que el termino AFRODESCENDIENTE"
significa: desarraigo, esclavitud, des humanización, intercambio de seres
humanos, pérdida de la identidad, Trata Negrera…, porque eso es lo que hemos
sentido y hemos podido comprobar a través de diferentes redes sociales, en el
que se deja claro que la crueldad contemporánea de los africanos, no es nada en
comparación al trato que les dieron a su propios coterráneos, cuando los
convirtieron en negros/negras y los cazaban como animales para después ser intercambiados
y es lo que nos lleva a sostener que es error, sostener que somos descendientes
de africanos y negar la tierra americana que es donde nacimos y porque fue la
que nos dio identidad.
Por
tales razones, creemos que es irracional seguir alimentando un sentimiento que
no sentimos, porque la realidad nuestra está en América y pensamos que es lo que no debemos perder y elevar, por
encima de todas las cosas, porque seguir sosteniendo que somos afro
descendientes, implica seguir alimentando una patología que no nos deja salir y
avanzar hacia un futuro mejor…, en el que tenemos que comprender que somos
distintos a los africanos, y ciudadanos de un mundo distinto al de los
africanos…, producto de que nos fundimos en tierras distintas, diferentes y con
seres con otra cosmovisión del mundo.
Por
ello, no debemos seguir con el cliché y chantaje de la africanidad, porque ya
ello, se ha convertido en una traba de poca monta para los ciudadanos que
poseemos una piel oscura y a veces nos preguntamos ¿Por qué no utilizamos el
mismo criterio para calificar al Libertador Simón Bolívar como euro
descendiente? A pesar de que Bolívar era heredero Universal de dos europeos
(españoles), pero nadie en Venezuela lo reconoce como euro descendiente y Europa nunca lo ha
reclamado, ni lo ha considerado[1],
con este apelativo, sino como venezolano, por haberse convertido en el incomparable venezolano, predilecto de la
libertad y favorito de la gloria que tenía muy claro el papel jugado por los
negros[2],
indígena y blancos peninsulares pobres, al lado de Boves.
Porque tal situación, nos lleva a comprender que tenemos
que debemos empezar a estimularnos con nuestro propios esfuerzos, es abrir
nuestro entendimiento y comprensión a sacar lo positivo de ese proceso
histórico que vivimos en las Américas y empezar a entender que el término “afro descendiente” no nos reivindica,
porque no nos ayuda a estimular y fortalecer nuestro autoestima, en el que está
inmerso, la aceptación de que nuestra herencia histórica fue desechada, como
aquel que bota un perol vacío sin agua en cualquier vertedero, como que si fueran animales y que los propios africanos incentivaron, debido a
que ellos controlaban todo el proceso que tal proceso implicaba el negocio
trasatlánticos negrero.
Por lo tanto,
necesitamos reconocernos como seres inteligentes que posemos una cultura
diferente a la del africano, etc., donde tenemos que internalizar nuestras
frustraciones, miedos, etc. , para que
no se convierta y nos permitan poder conectarnos con esa voz profunda, que a
veces oímos desde lo profundo…, pero que en ocasiones somos incapaces de oír,
para no actuar y de esta manera reivindicar que somos americanos, puesto que fue la
tierra que nos dio identidad, ciudadanía (así como nacionalidad) y nos
reconoció como seres humanos con una alta capacidad de raciocinio que hemos
hecho un aporte importante a la humanidad.
Nos
preguntamos ¿Cómo nos podemos reconocer como afro descendiente, cuando nacimos
en América, tenemos esta cultura, hablamos el español, inglés, francés, y nunca
se nos enseñó a cultivar los idiomas africanos?, porque nuestro legado histórico
comprendieron la situación inhumana en que los imbuyeron los africanos y es lo que nos lleva a
sostener que quienes se consideran “Afro descendiente” no deben seguir
instigando y alimentando el endorracismo, racismo y discriminación contra los
otros venezolanos de piel oscura[1],
puesto que se han dedicado a negar su
patria de origen (que es Venezuela), al no querer asumir …, el tratos impío,
antihumano, racista, discriminador y xenofóbico que le dieron los africanos a
nuestra herencia histórica que llegó América.
El
problema es que debemos entender que somos diferentes y que tal realidad,
implicó cambiar los supuestos teóricos que tienen que ver con la belleza,
estética, confort y con los diferentes patrones en el mundo, puesto que debemos
aceptarnos los unos a los otros sin distinciones…, internalizando esa voz que
se hace presente desde hace más de trecientos años y que se oye desde lo más
profundo, que nos exige, desarrollar nuestro potencial para adquirir la
disciplina necesaria, que nos permita capacitarnos para trabajar cada día con
dignidad[2],
el que seamos reconocidos por nuestras capacidades, tal como debiese
fundamentarse la sociedad, para que se nos dé el lugar que nos merecemos;
porque somos una cultura diferente a la
africana y europea y no tenemos que competir con nadie, porque somos únicos,
diferente, con una belleza natural y un tongoneó propio que demuestra lo que
somos, porque somos el color purpura, la melaza que hace mover a cualquiera, el
azúcar y cacao de los europeos, negros e indígenas que nos dejaron y que se
mezcló como una herencia viva que se hace presente en cada uno de los humanos
que posee este color.
Eso es, lo que no debemos olvidar, porque somos un
pedacito de cada uno de ello, que en nuestra melanina se hacen presente y esa
es la respuesta que les dio la provincia a los africanos y a los europeos por
haber tratado como inhumanos a seres inteligentes y haberle impuesto el
apelativo de negro/negra para discriminarlo y no reconocerlos como africanos.
Por
ello, debemos defender el valor que como seres humanos tenemos, ante la vida,
sin distingos…, porque hay que alimentar
la idea de que somos venezolanos, americanos, caribeños y latinoamericanos,
orgullosos de nuestra piel y de nuestra
cultura venezolana, de las influencias que integran nuestra textura, producto
del inminente mestizaje que en mi historia de venezolano, se han producido en
los últimos doscientos años[3],
porque la lucha de las personas de raza
negra tiene que tener como raíz, un pensamiento, posturas, concepciones
políticas propias, en el que hay que mirarlas a partir de nuestros propios ojo
de hombres y ciudadanos negros, puesto que tenemos que librar caminos, que no
tengan necesariamente, que pasar por el cambio de mentalidad o la aceptación de
ningún otro colectivo humano, porque tenemos que internalizar, que uno de los fuertes del racismo, ha sido “el
de la manipulación cultural e intelectual que presentaba al hombre de raza
blanca, como el tótem de la civilización y el humanismo, y al resto de razas (especialmente
la negra), como un ser deforme tanto física,
como moralmente, que solo era digno sino de compasión, de castigo”[4]
[1]
Cuando sostiene ese slogan racista y discriminado “Lo negro es un Color…., la afro
descendencia es una identidad”.
[2]
Sin dejar a un lado el actuar conforme a nuestro sueño.
[3] Esto
quiere decir que lo dicho anteriormente no tiene matices peyorativos, porque al negro debe
relacionarse con costumbres y sentires diferentes, como parte de la mezcla de
sabores y tradiciones de la tierra americana.
[4]
También es el caso del Mariscal Francisco de Miranda. Otro hombre Universal.
[4] El Negro
José Palacios (1777 - 1845), fue Durante la Misión Diplomática encomendada a
Bolívar por la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII,
nacida tras los sucesos del 19 de abril de 1810, le acompañó a Londres, junto a
Andrés Bello y Luis López Méndez. El fiel mayordomo, de invalorable ayuda
espiritual, acompañó al Héroe en momentos de fatalidad y de grandeza, por ello,
estará en los destierros en Jamaica y Haití, así como también en las campañas
emancipadoras en Venezuela, valiéndole alcanzar la jerarquía de sargento
primero, en 1820. José acompañó al Campeón de la Libertad en la decisiva
Campaña de Carabobo y al Sur del continente hacia Bogotá, Lima, Quito y La Paz.
El 16 de diciembre, ya en sus
delirios febriles, la última persona a quien se dirigió Bolívar fue al fiel
mayordomo: "Vámonos, vámonos, esta
gente no nos quiere en esta tierra... lleven mi equipaje a bordo de la
fragata", al referirse a una nave puesta a la orden para llevarlo a
Las Antillas
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