jueves, 3 de diciembre de 2015

¿SERA QUE LOS NEGROS Y NEGRAS NO DEJAREMOS NUNCA DE SERVIRLES A LOS BLANCOS?

Pobres y esclavos con gorritas caprilinas

JOSÉ SANT ROZ
- Bueno, ya sabemos lo que pasó, el Majunche no tenía símbolos de nada.
- La bandera la destrozaron y la llevaban al revés.
- Se cagaron en el himno, y no tienen una sola música que los identifique. Hoy los oí en La Parroquia colocando canciones de Ricky Martin.
- Mandaron a Bolívar a la mierda, y vinieron y nos robaron la gorra venezolana de las ocho estrellas, y ahora se sienten orgullosos del robo que nos hicieron. Es lo único que tienen y así se identifican en todas partes.
- Volvieron esta gorra un símbolo del más horrible sifrinismo, y hay negros y pobres, esclavos que se la ponen con todo el descaro posible.
Hoy la prensa gachupina dice que Petare que es la barriada más poblada de América Latina está en manos de los sifrinos de la oposición. Falta de conciencia, coño. La falta de dignidad que todavía nos jode, y no sé si el mismo Cristo podría elevarla y defenderla. La oposición dice que en muchos barrios de Venezuela la gente ya no se divide entre chavistas y anti chavistas. Que los sifrinos ahora reparten propaganda electoral de la MUD y suben a pie las duras cuestas, una conocida como la “escalera del cielo” que lleva a lo alto del barrio, y ya los aceptan. Yo recuerdo cuando gente de los barrios salió a llorar cuando no le renovaron la licencia a RCTV. Aquello era inaudito. Pero estaban idiotizadas por la televisión basura, y amaban a quienes les habían envenenados sus mentes. Todavía esto no sólo no se ha podido vencer sino que ha ido creciendo peligrosamente. Hoy vi a varios negros en centros comerciales con la gorrita sifrina y les pregunté dónde las habían comprado. Antes se las regalaban, ahora salen a comprarlas. Uno me dijo que la había comprado en el Mercado Principal, y le habían pedido trescientos bolos.
- Oye – le dije –, ¿quieres que te diga una cosa?
- Sí, dígame.
- No te luce.
- ¿Por qué?
- Porque ustedes son negros.
- Yo no me siento negro –dijo uno de los tipos.
- Precisamente, no me equivoqué. Pero así y todo, te ves como lo que eres. Ubícate, vale.
Recuerdo que cuando ganó Maduro multitud de barrios salieron a montar promontorios de mierda y cerrar las calles. Yo me vine a pie, en medio de un incendio general desde el centro de Mérida hasta La Pedregosa. Era horroroso ver a lo largo de toda la Acenida 16 de Septiembre como la gente de los barrios salía a cacerolear y a provocar enormes fogatas en medio de la calle. Y en el CC Milenio vi a una familia muy pobre escuchar a un sifrino que le decía: "Vote abajo, a la izquierda, en la esquina, la de la manito".
También en La Parroquia vi a jóvenes vestidas con las camisetas amarillas del partido PJ, entregando en las esquinas papeletas. Y grité:
- ¡Viva COPEI, carajo!

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